Crecimiento económico: levantando la mirada
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La actividad económica cayó en 2% durante mayo pasado, explicado tanto por la contracción minera de 7,5%, como por una reducción de 1,1% en el resto de la economía chilena, lo cual no distó mucho de lo previsto. Los datos disponibles anticipan una nueva contracción para junio, esta vez en torno a 1%, con lo cual el segundo trimestre del presente año exhibirá una caída de 1,2%, acumulando tres trimestres consecutivos de menor actividad productiva en Chile.
En el segundo semestre esta trayectoria comenzará a cambiar, en parte por la baja base de comparación, con lo cual es probable que en el último cuarto del año veamos incrementos de Imacec en torno a 0,5%. Sin embargo, ello no será suficiente para revertir el resultado anual que mostrará lamentablemente una caída anual del PIB de 2023.
Numerosas instituciones han solicitado que la agenda de crecimiento ocupe una mayor preponderancia en la acción del Ejecutivo.
Sin perjuicio de este nuevo ciclo recesivo, es necesario elevar la mirada para el mediano plazo, ya que Chile acumula 15 años de caída significativa del crecimiento tendencial. Esto se debe fundamentalmente al estancamiento de la productividad, ante lo cual numerosas instituciones han solicitado que la agenda de crecimiento ocupe una mayor preponderancia en la acción del Ejecutivo.
De esta manera, la iniciativa presentada por el ministro de Hacienda en el contexto de un Pacto Fiscal para el Desarrollo, donde se señala que no es inusual que los países reduzcan su potencial de crecimiento a medida que se desarrollan -pero en Chile ese proceso ha sido más rápido y pronunciado- puede ser una buena señal. En ese sentido, se destaca en dicho documento, existen varios países con ingreso per cápita similar a Chile y que tienen mayores tasas de crecimiento proyectadas para los próximos años.
La propuesta contiene una variedad de medidas tributaria pro inversión y emprendimiento, así como la decisión de avanzar en la reducción de la burocracia por la cual deben atravesar los proyectos de inversión. Si ello efectivamente se concreta más allá de los anuncios conocidos, sería un paso en la dirección correcta, ya que recoge las recomendaciones de las agendas previas, cuyo común denominador es lograr elevar el crecimiento de Chile.
